auchentoshan bloodoak

Auchentoshan Blood Oak, un whisky exclusivo pero accesible.

Cualquiera que pregunte a un escocés el nombre de alguna destilería de las Tierras Bajas, casi sin pestañear dirá Glenkinchie y Auchentoshan. La primera es de Edimburgo, la segunda de Glasgow. Ambas representativas del carácter floral y dulce de las Lowlands, aunque una sigue la tradición escocesa del doble destilado, la otra sigue la costumbre irlandesa de realizar una triple destilación. Hoy nos vamos a Glasgow para conocer uno de los productos de Auchentoshan más sorprendentes.

El nombre de esta destilería fundada en 1823 es posible uno de los más frecuentes en lo bares de Escocia. Junto con la Auchentoshan 12 years, es la de American Oak la botella que más se suele ver en los pubs de cualquier ciudad o pueblo de las Tierras Bajas. No sólo por su evidente origen, sino porque son whiskies agradables de tomar, con aromas florales, frutales y dulces, de esos que algunos llaman breakfast whiskies.

Hasta hace poco mi favorito de la destilería era el Three Wood, un destilado que es madurado en tres tipos de barrica; de roble americano que almacenaron bourbon, y dos de roble español para jerez. Una delicia.

Imagen tomada de masterofmalt.com

Sin embargo, mi nuevo favorito de Auchentoshan es el Blood Oak. Este whisky obtiene su nombre (Roble de Sangre) de los dos tipos de barricas en las que se envejece; bourbon y vino tinto francés. De ahí esa tonalidad rojiza que muestra esta malta. El único problema que le podemos encontrar a este whisky es que por desgracia no lo podemos pedir en ningún bar del mundo. Esto se debe a que Auchentoshan Blood Oak es un producto de Travel Retail y por tanto sólo se puede adquirir en las tiendas de los aeropuertos, por lo que lo convierte en un producto exclusivo.  ¡A la cata!

Auchentoshan Blood Oak (46% alc.)

Color: Miel. Tiene una tonalidad bien marcada aún siendo un whisky joven porque en la etiqueta no se lee edad ninguna. Y esto también se debe a que se le ha añadido colorante, por lo que es totalmente artificial. Una pena. Eso sí, no ha sido filtrado en frío.

Al olfato: Poco fenol y de entrada tiene unos aromas muy agradables. Se aprecian notas marcadamente frutales; de bayas rojas como fresa, guindas y frambuesa. También logro apreciar una nota de caramelo y vino tinto.

En boca: Lo agradable de la nariz se transmite al paladar. Es un whisky muy cremoso, denso, pero picante al mismo tiempo. Frutas del bosque y pomelo, aunque este no muy marcado.

Retrogusto: Sigue siendo picante y las frutas siguen presentes, pero se desvanece en pocos segundos. Es una pena que este whisky no se madure unos años más. Aunque tiene un alto contenido en alcohol, un 46%, echo en falta una maduración prolongada. Si no fuera por lo joven que es, la nota final habría sido mayor. Aún así es buen whisky y demasiado fácil de tomar.

Creo que es una malta ideal para ese tipo de reuniones entre amigos y de animada conversación. Apto para todo tipo de paladares y otro más que podemos añadir a la lista para aquellos que comienzan en los scotch whiskies.

Agradecimientos: A Paula Cabaleiro, por la cata, la ruta por la costa gallega y la agradable compañía.