En el vasto universo del whisky, pocas marcas pueden presumir de la distinción y la excelencia que representa Johnnie Walker. Entre sus múltiples expresiones, el Johnnie Walker Green Label destaca como un verdadero tesoro para los amantes de esta espirituosa bebida. Desde sus inicios como Johnnie Walker Pure Malt en 1997 hasta su renombramiento en 2004, este whisky ha mantenido su estatus como un ejemplo supremo de blended malt, cautivando paladares con su complejidad y sofisticación.
El origen de Johnnie Walker Pure Malt
El Johnnie Walker Green Label, originalmente conocido como Johnnie Walker Pure Malt, fue introducido en 1997 como una expresión única dentro del portafolio de la marca. La idea era recrear aquellos blended malts que popularizaron los wine merchants escoceses de comienzos del s. XIX. En 2004, se renombró como Johnnie Walker Green Label, manteniendo su excelencia y prestigio en el mundo del whisky. Esta transición marcó una nueva era para este destilado, consolidándolo como uno de los blended malts más apreciados y reconocidos en la industria.
Diferenciación entre Pure Malt, Vatted Malt y Blended Malt
Es importante entender las diferencias entre estos términos en el mundo del whisky. “Pure Malt”, anterior denominación del Johnnie Walker Green Label, se refiere a un whisky elaborado exclusivamente con maltas de diferentes destilerías sin la adición de whisky de grano. Por otro lado, “Vatted Malt” es otro término sinónimo al de Pure Malt. Sin embargo, ambos fueron prohibidos en 2009 por las regulaciones de la Unión Europea y se reemplazó por “Blended Malt”. La intención era unificar criterios y evitar confusión al consumidor. Por tanto, “Blended Malt” se refiere a un whisky que combina maltas de diferentes destilerías, sin la inclusión de whisky de grano. El Johnnie Walker Green Label es un ejemplo destacado de un blended malt de alta calidad. Si te interesan las diferentes categorías del whisky, ESTO te puede ayudar.
¿Qué tiene de especial este blended whisky?
Este exquisito whisky está compuesto por una selección de cuatro maltas excepcionales. Todas ellas propiedad de Diageo : Talisker, Linkwood, Cragganmore y Caol Ila. Cada una de estas destilerías aporta sus características distintivas, creando un equilibrio armonioso entre notas ahumadas, frutales y especiadas.
Johnnie Walker Green Label 43% alc. vol.
Al olfato: El Johnnie Walker Green Label ofrece un bouquet aromático complejo y seductor. Se destacan aromas de frutas maduras, como manzanas y peras, entrelazadas con suaves notas de humo y turba. También se perciben toques de vainilla y especias cálidas, que añaden profundidad al conjunto.
Al paladar: En el paladar, este whisky despliega una suavidad envolvente, con una textura sedosa que acaricia el paladar. Sabores de miel y caramelo se funden con matices de frutos secos y un sutil toque de pimienta. La presencia de la turba es perceptible pero equilibrada, añadiendo complejidad sin dominar la experiencia.
Notas en el Regusto: El final es largo y satisfactorio, con una persistencia de sabores que invita a saborear cada sorbo. Se desarrollan notas de madera ahumada y especias suaves, dejando una sensación cálida y reconfortante en el paladar.
Conclusión
El Johnnie Walker Green Label es un whisky que cautiva desde el primer sorbo hasta el último. Su perfil de sabor bien equilibrado y su rica complejidad lo convierten en una opción ideal tanto para aquellos que están comenzando a explorar el mundo del whisky como para los paladares más experimentados. Sin embargo, su disponibilidad limitada y su precio ligeramente más alto pueden ser considerados como puntos en contra para algunos. En resumen, este blended malt es una verdadera joya en la colección de Johnnie Walker, que merece ser apreciada con calma y en buena compañía.
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