Bunnahabhain, nombre casi impronunciable pero que despiera interés en aquellos que conocen las maltas de Islay/aila/. Esta pequeña isla del oeste escocés alberga hasta diez destilerías y es el viaje soñado por muchos amantes del whisky ahumado. Porque claro, si hay una palabra muy asociada con Islay es turba, que tiene a raudales. Sin embargo, Bunnahabhain 12 años no es ahumado y aún así es un whisky de gran calidad.
Whisky sin ahumar en la isla de la turba
Las islas escocesas carecen del carbón que sí tiene el sur de Gran Bretaña y en el pasado para secar la malta, los destiladores usaban turba. Este es un material orgánico y esponjoso similar al carbón que le da una nota ahumada al whisky. Sin embargo, esa práctica de secado ya no es la predominante y ya no son tantas las destilerías que usan la turba en sus productos. Pero sí que somos muchos los que apreciamos esas maltas tan características.
Pero claro, hay excepciones en Islay. Tanto Bruichladdich como Bunnahabhain tradicionalmente producen whisky sin ahumar, aunque tienen excelentes excepciones. La que nos ocupa en esta reseña no es la destilería más conocida de Islay. Sin embargo, este humilde servidor piensa que no tiene nada que envidiarle a nombres como Lagavulin, Arbeg o Laphroaig.
Un whisky originalmente de marineros
Bunnahabhain, cuyo nombre se traduce del gaélico como “boca del río”, nació en 1883 y en sus inicios se caracterizó por el comercio marítimo. No les quedó otra que confiar en los marineros que partían de Islay para que se llevaran su whisky y lo intentaran vender en tierra firme. Parece ser que funcionó porque siempre venían a por más.
Personalmente, Bunnahabhain había sido uno de esas maltas que conocía pero que siempre dejaba “para otro momento”, sin saber en realidad el pedazo de whisky que me estaba perdiendo. Pero como reza el dicho, más vale tarde que nunca.
Bunnahabhain 12 años 46.3% alc.
La destilería puede presumir de dos cosas, de la variedad de productos que tiene, y de su calidad. Porque a un whisky de 12 años normalmente yo no le pido demasiado: básicamente que no me decepcione, que me deje con buen sabor de boca y punto. Pero ¿Qué tenemos aquí? Pues posiblemente de los mejores whiskies con esa edad que he podido probar. Principalmente porque tiene la nota de jerez muy equilibrada y eso ya es un arte. Y luego, porque es sabroso a más no poder. Pero me precipito, a la cata.
Color: Caramelo claro. Suena sospechoso pero la etiqueta pone “natural color”, y yo no puedo más que sonreír y celebrarlo. Sin abrirlo uno ya puede sospechar que las barricas de jerez han hecho bien su trabajo: darle color al espíritu. Empiezo a salivar.
Al olfato: Siendo de Islay, espero la nota de turba, pero no aparece. Es marítimo, es sutil. Las notas especiadas provenientes del jerez llegan de manera agradable: pasas y vainilla cremosa. Aromas delicados pero intensos. Augura algo interesante. Por momentos parece que tiene cierta esencia ahumada, pero debemos otorgárselo a otra fuente que no sea la turba.
Al paladar: Entra de manera muy grata y ya eso es un punto a favor. Es picante pero el grado justo como para disfrutarlo junto con las otras notas especiadas de la barrica de jerez: clavos, canela y caramelo. Además, es muy cremoso y de manera instintiva uno quiere que toda la boca lo disfrute. También se le aprecian notas de chocolate negro y jengibre. Exquisito sabor. Este whisky se ha embotellado a 46.3% alc., han subido el volumen de alcohol que en versiones anteriores, y eso seguramente ha contribuido al aroma tan marcado que este whisky desprende.
Conclusiones
Nunca fui muy fan de los whiskies ajerezados. Hasta que probé este Bunnahabhain de 12 años. Mi percepción ha cambiado con respecto a estas maltas y poco a poco van ganándose un hueco en mi corazoncito.
Sinceramente, para ser un whisky de 12 años, este Bunnahabhain es muy equilibrado; ni carece, ni le sobra nada. No es muy dulce, ni el jerez muy marcado, ni se queda corto en el regusto. Todo esto en mi opinión es un trabajo difícil de conseguir en un whisky. Estoy tan gratamente sorprendido con esta malta que se ha convertido en mi nuevo whisky favorito. Además, lo he podido encontrar AQUÍ a menos de 55€, que sinceramente, no es caro para esta malta de calidad. Por tanto, no me queda más remedio que darle mi mejor puntuación.
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La imagen de cabecera está tomada de la web Cork&Cask.co.uk y la del artículo de la propia web de Bunnahabhain.
