Drago el whiskey canario

Drago Whiskey canario. Ver para creer. 

Sí, un whiskey hecho en Canarias. En mi querida tierra natal se han liado la manta a la cabeza y venga, si tradicionalmente se ha producido ron, en los últimos años cerveza artesanal, vodka y ginebra ¿Por qué no whisky? Y es que definitivamente los destilados ya no son exclusivos de un país o zona geográfica, sino que es terreno por explorar por aquellos que quieren abrir nuevos horizontes dentro de sus negocios habituales.

Antes de adentrarnos en la historia y descripción de este single grain whiskey he de aclarar que esta es una revisión y edición de un artículo previamente publicado. Esto es así porque cuando lo escribí en su momento no disponía de mucha información con respecto a Drago Whiskey canario. Sin embargo, gracias a Destilerías Aldea he podido saber del proceso de elaboración de esta malta, y ya puedo hablar con conocimiento de causa.

Al whiskey Drago lo encontré por casualidad en un supermercado de Gran Canaria. Siempre visito la zona de destilados por si me encuentro alguna sorpresa. Y vaya que si me la encontré. En mitad de todos los whiskies había una botella que no me era familiar pero con nombre muy autóctono: Drago Single Grain Whiskey. La curiosidad me pudo y me lancé a estudiarla. ¿Un whiskey de grano hecho en Canarias? ¿Desde cuándo? ¿Es esto un fallo en la Matrix?

Ni corto ni perezoso compré una botella de aquella malta al atractivo precio de 20€, y se vino conmigo a Edimburgo. “Mis amigos escoceses lo van a flipar” era lo que sonaba constantemente en mi cabeza en el vuelo de vuelta a Escocia.

Drago el whiskey canario

Tras mi llegada a casa hubo que catarlo y he de decir que junto conmigo han sido tres las personas que han probado el Drago Single Grain Whiskey canario, y lejos de lo que uno podría pensar de la extraña unión de whiskey+Canarias, este es un whisky de grano muy, muy decente. Y por ello este artículo.

La Palma Distillers

Como ya he dicho, los datos que he podido encontrar en internet sobre este whiskey canario han sido muy escasos, pero la dirección postal que viene en la botella dio para mucho: Puerto Espíndola 3, San Andrés y Sauces, La Palma. Una búsqueda en google sitúa a La Palma Distillers en la misma dirección que la destilería de Ron La Aldea. Una vez en contacto con ellos, me aclararon que este whisky es el producto de la colaboración de La Palmas Distillers y Ron La Aldea. ¿Y quiénes son estos últimos? Hablemos un poquito de historia.

Nuestro protagonista es Manuel Quevedo Alemán, nacido en el municipio grancanario de La Aldea de San Nicolás en 1872. Eso sí, buena parte de su juventud la pasó trabajando en la industria del ron de Cuba y Santo Domingo, y en 1909 regresó a su tierra para allí trabajar en los ingenios de azúcar de la finca de Mr. Leacock. Este ingeniero inglés fue un miembro preeminente de la pequeña colonia británica establecida en Gran Canaria desde finales del s. XIX, y que tenía varias propiedades en el norte de la isla, entre ellas una fábrica de azúcar.

Quevedo no sólo trabajó para Mr. Leacock en su tierra natal, sino que también pasó 15 años en Madeira donde aprendió la destilación del aguardiente, y llegó a ser incluso el director de una fábrica azucarera de Funchal.

Con todos estos conocimientos, Quevedo regresó de nuevo a Gran Canaria y fundó la destilería de ron La Aldea en 1936. Él fue el pionero en utilizar la destilación directa del jugo de caña, o más conocido como guarapo, en Canarias. Esto fue todo una novedad porque lo habitual era, y sigue siendo, que las productoras de ron canarias destilen la melaza residual del azúcar para aprovechar al máximo la materia prima. A don Manuel no le fue mal, pero a finales de la década de los 50 el cultivo de la caña de azúcar no era tan productivo como el del tomate, y la crisis del sector afectó tanto a Ron La Aldea que en 1960 tuvo que cerrar sus puertas.

Drago el whiskey canario
La amplia variedad de Ron La Aldea.

Clausura que duró hasta 1969 cuando Carmelo, uno de los hijos de Quevedo, reabrió la destilería pero algo más lejos de su isla original, en La Palma. Nueva destilería, nuevo emplazamiento, mismo nombre y tradición. Y así hasta nuestros días, y podemos decir que La Aldea se ha hecho un hueco entre gigantes isleños del ron como Arehucas, Artemi o Guajiro. Pero no sólo eso, y es que del ron han dado el salto al whiskey, y abrir nuevos horizontes donde nadie lo habría pensado de una compañía canaria.

Drago Single Grain Whiskey 43% alc.

El draceana draco o drago es un árbol autóctono de Canarias, símbolo de esa tierra, y su nombre se debe al color sanguíneo que tiene su savia y que según los griegos se asemejaba a la sangre de dragón. De ahí que podamos apreciar tanto a la criatura mitológica, como el árbol en la etiqueta de la botella. Un bonito detalle que hace aún más atractivo el producto.

En La Palma Distillers saben que una de las bebidas espirituosas más consumidas en Canarias desde que llegaron los británicos es el whisky. Y también saben que un producto emblemático de las islas es el gofio de millo (maíz para los foráneos) o trigo. Así que para aunar ambas tradiciones, surgió la idea de crear Drago el whiskey canario, una malta de trigo y que apareció en el mercado isleño en 2016. 

El trigo utilizado es endémico de la zona de Garafía, en La Palma, y para la elaboración del whiskey se utiliza un 85% de trigo crudo y un 15% de trigo malteado, ambos de la misma variedad. Todo ello en destilación contínua, para luego ser envejecido en barricas nuevas de roble ibérico durante tres años. Tal como manda la ley. Todo esto combinado, le otorga al espirituoso un carácter suave y afrutado.

Sin duda, La Palma Distillers quiere acercarse al consumidor isleño y satisfacer un paladar más acostumbrado a sabores dulces como el del ron, y que además es marca propia de los whiskies de grano, como este Drago

Drago el whiskey canario
Manuel Quevedo Alemán. Foto tomada de la web de Ron La Aldea.

Color: Pajizo, manzanilla. No sé si se le ha añadido carmelo, cosa que dudo porque es muy claro. El roble español virgen tiene aquí su presencia. Me gusta así de claro porque recuerda las arenas de las playas canarias.

Al olfato: Notas frutales y dulce, mucho. Pero además del dulzor no puedo evitar pensar en barricas de vino, su presencia me resulta notable aunque no se hayan utilizado. Entonces se lo tengo que otorgar a la madera española, que le ha hecho bien a esta malta.

Al paladar: de entrada muy fácil, suave y sedoso, tal vez demasiado. Esas notas frutales y dulces siguen ahí, como si proviniesen de frutas exóticas, tan presentes en el archipiélago. La vainilla y el roble de la madera también están muy presentes. También le aprecio ligeras notas de cereales y avellana. Regusto corto pero agradable, nada agresivo. ¿Otro trago?

Conclusión: Sorprendente. Para ser el primer whiskey canario es toda una agradable sorpresa. No es un whiskey con mucho cuerpo pero se aleja mucho de lo que podemos considerar un blended corriente como son 100 Pipers, Ballantines o J&B, por ejemplo. Sinceramente, preferiría tomarme un trago de Drago solo antes que los arriba mencionados, más apropiados en mi caso para mezclar. Un dram ideal para climas como el canario.

¡Ah! Por cierto, este single grain está etiquetado como whiskey, con E, por seguir la tradición de formar parte de esos países con E en su nombre (IrEland, UnitEd States of AmErica, España), al contrario de lo que ocurre en países como Escocia o Canadá. No hay más misterio.

¿Ya has probado este Drago whiskey canario?

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